La plata, por sus propiedades químicas, no es un elemento que se oxide, es decir, que no es un elemento que reacciona al oxígeno. Esto es algo bueno, ya que el paso del tiempo y el contacto con el aire no destruirá las joyas hechas con este material. Dicho lo cual, la plata sí que tiene ciertos enemigos, como, por ejemplo, el azufre. Este elemento químico es la principal causa por la cual la plata se vuelve negra, mediante un proceso de sulfuración en el que este metal precioso reacciona con el azufre y el sulfuro de hidrógeno.
¿Cuál es el detonante de esta sulfuración? La respuesta es la humedad. Así que recuerda mantener las joyas de plata de ley secas, bien guardadas y alejadas de la humedad (no las guarde en baños, cocinas o cerca de ventanas).
No todos los objetos de plata se estropean o adquieren este color negro con la misma rapidez. Porque según la persona podrá tener un proceso de oxidación diferente, que dependerá también de factores como el PH de la piel de la persona que lo está empleando. Los principales factores que afectan a la oxidación de las joyas de plata son:
PH de la piel. El PH de la piel de la persona que lleva la joya de plata afecta a su deterioro. De modo que hará más rápida su oxidación o menos en función de su nivel de ácido.
Agua. El agua suele llevar una cantidad de cal más o menos elevada en función de la zona donde residimos. Esto hará que si lava lava la joya y no la seca bien, los restos de cal influyan en que coja ese color negro.
Productos cosméticos. Los productos que se utilizan en la cosmética tienen componentes químicos que también afectan a las joyas de plata. Como por ejemplo: los perfumes, las cremas corporales que pueden resultar corrosivas para estas joyas.